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Secretaria Ciencia y Tecnica
26 de Diciembre de 2016
La UNPSJB realizó el cierre de la primera edición de Los Científicos van a las escuelas
Con la presentación de los resultados de distintos proyectos que se desarrollaron durante todo el año entre científicos universitarios y docentes, con el objetivo de instalar la práctica científica en instituciones de nivel primario, secundario e institutos de formación profesional, se llevó a cabo el cierre anual de “Los científicos van a la escuela” (LCVE). El mismo se desarrolló el pasado 15 de diciembre en el Auditorio del Museo Nacional del Petróleo, donde los asistentes pudieron además recorrer la nueva muestra interna.


La propuesta LCVE se desarrolla en el ámbito del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación y, en la provincia del Chubut es una acción conjunta entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Nación (MINCyT) y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (a través de la Secretaría de Ciencia y Técnica) junto al Ministerio de Educación y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del Chubut. Si bien el programa LCVE se desarrolla en el ámbito nacional desde 2008, en Chubut se incorporó en 2016 dando inicio formal durante el mes de mayo del corriente año.
Acerca de Los Científicos Van a las Escuelas
Año tras año, en cada provincia participante se desarrollan 15 proyectos científicos en los que lo esencial es el trabajo conjunto y creativo entre el científico y el docente para el enriquecimiento de las clases de ciencias en el aula, mediante proyectos de colaboración centrados en las ciencias naturales: física, química, biología, astronomía o ciencias de la Tierra, fomentando el conocimiento científico entre los alumnos.
Se trabaja a partir de una dinámica colaborativa que busca incorporar Trabajos Prácticos Científicos (TPC) a la metodología que habitualmente se utiliza en clase, sobre temáticas que forman parte de los contenidos curriculares escolares, las cuales son consensuadas inicialmente entre el docente y el directivo de la institución educativa. Esta decisión determina la posterior selección del científico para garantizar su conocimiento en la materia y una adecuada planificación para el dictado del tema de interés. Se prioriza trabajar con el docente y no de modo directo con los estudiantes a fin de instalar el conocimiento en cada una de las escuelas al finalizar el proceso anual. El rol del científico consiste en incorporar las capacidades y los métodos de ciencia y tecnología dentro de la estructura educativa.
Una de las mayores fortalezas de esta propuesta es la generación de un espacio de intercambio donde se combinan los saberes de científicos y de docentes. Esto potencia el dictado de los contenidos curriculares de las materias y fomenta el pensamiento crítico en los actores involucrados en esta experiencia. También promueve el conocimiento general sobre la metodología de la ciencia y busca, a través del concepto de “las manos en la masa”, despertar vocaciones científicas entre los jóvenes.
LCVE y la UNPSJB
Como se ha explicado, el circuito de implementación de LCVE parte del MINCyT y se dirige hacia los Ministerios de Educación y Ministerios / Secretarias de Ciencia y Técnica Provinciales, quienes a su vez seleccionan a la Universidad que se hará cargo de la implementación dentro del territorio de cada provincia.
A partir del convenio firmado entre la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el Ministerio de Educación de la Provincia del Chubut, se implementó por primera vez la propuesta en escuelas del territorio provincial, particularmente en escuelas de Comodoro Rivadavia. Cuenta con la participación de 14 docentes-investigadores de la UNPSJB, bajo el objetivo transversal de poner en funcionamiento los laboratorios y utilizar asiduamente los equipamientos existentes en las instituciones educativas que participan de LCVE.
Se desarrollaron proyectos en diversas temáticas: desde trabajos para alumnos de primaria que pretenden su iniciación en el uso de microscopios y lupas binoculares, para entender el mundo microscópico de las plantas, o desarrollar experiencias simples de física para relacionarlas con fenómenos cotidianos (nivel primario-secundario); o la generación de guías para el trabajo áulico que tienen por objetivo el aprendizaje en la aplicación de metodologías analíticas sencillas que comprenden procesos de extracción, filtración y cromatografía, hasta generar un dispositivo para evaluar y concientizar sobre la importancia de prevenir el Golpe de Ariete, el principal causante de averías en tuberías e instalaciones hidráulicas (nivel terciario).
“Se deben incorporar no sólo contenidos sino también metodologías y prácticas científicas, que los chicos aprendan una forma de hacer ciencia”.
El Dr. Fabián Scholz, investigador de la UNPSJB y del CONICET y coordinador científico del programa para la provincia del Chubut, manifestó que “desde la Universidad se seleccionan los científicos que trabajan conjuntamente con los docentes y al científico coordinador. Hemos contado con científicos de primer nivel, que reprogramaron sus numerosas ocupaciones diarias y trabajaron tiempo extra para obtener los excelentes resultados que se evidenciaron durante el taller de cierre”.
Además, mencionó que “hay que destacar aquí la calidad humana de los científicos, con gran compromiso y una firme convicción de la necesidad de programas como LCVE, que son la semilla para fomentar las vocaciones científicas tan necesarias en nuestro país. Con la misma importancia hay que destacar el compromiso de los docentes que han participado. La emoción y la vehemencia durante las presentaciones han puesto de manifiesto la calidad del trabajo, pero esencialmente la pasión con la que lo han realizado”.
Durante el cierre se describieron los proyectos realizados por cada par docente-científico durante el año y se discutió sobre la dinámica de trabajo, las fortalezas del programa, las dificultades que se encontraron durante el desarrollo del mismo y como resolverlas o minimizarlas, las herramientas didácticas que se incorporaron en cada caso, la importancia del acompañamiento de los directivos de las instituciones a los docentes que participan del programa y, esencialmente, la capacidad instalada en cada institución, resultante de la participación en LCVE.
En tal sentido Scholz expresó: “Del análisis de las exposiciones, surge un resultado altamente positivo, puesto que se ha comprendido claramente el objetivo del Programa, asegurando que ha quedado capacidad instalada en cada institución y que a partir de ella será posible replicar en años subsiguientes las experiencias realizadas. No obstante, debe tenerse en cuenta que lo esencial es la profunda transformación en el modo de pensar la enseñanza de las ciencias en todas las instituciones que participaron”.
Por su parte el representante del MINCyT, Lic. Fernando Zamora, calificó también como muy positiva su experiencia y “su conformidad con los resultados y el compromiso entre los docentes y científicos, quienes excedieron ampliamente las expectativas del programa”.
“Nosotros planteamos -continuó- que se deben incorporar no sólo contenidos sino también metodologías y prácticas científicas, que los chicos aprendan una forma de hacer ciencia. En este sentido, siento que los proyectos que se presentaron hoy están muy empapados de estas características”.
Justificó también el eje de LCVE de fusionar los contenidos y la experimentación mediante el trabajo conjunto docente-científico, manifestando que el científico tiene la experiencia en llevar adelante prácticas, metodologías, observaciones, salidas de campo, mientras que el docente tiene la fortaleza en el quehacer pedagógico y didáctico, siendo el experto a la hora de aplicar los contenidos en el trabajo áulico.
De manera reflexiva, el Lic. Zamora recordó una anécdota que le comentaron durante los talleres: “Hay una escuela que hace 20 años cuenta con un Laboratorio equipado, pero nunca lo habían utilizado porque no sabían cómo utilizar los elementos y tenían miedo de romper algo. Gracias a esta propuesta el científico les enseñó, erradicaron miedos y hoy todo el colegio está usándolo”.
Durante el proceso, que pone de manifiesto la importancia de la iniciativa como una gran contribución para acercar la ciencia a las escuelas, conformar una sociedad con sentido crítico, con capacidad para tomar decisiones, con posibilidades de trabajar de manera colaborativa y con disposición al aprendizaje permanente, todo esto a través de la decisión de incluir de modo sistemático experimentos científicos en las aulas, se fueron revelando algunas frases de los protagonistas:
“A partir de un pequeño proyecto el colegio completo, desde los distintos auxiliares de educación a la directora, nos dispusimos a trabajar rápidamente”; “Vinimos los sábados a arreglar nuestro laboratorio, pintamos, ordenamos y rotulamos materiales científicos que no usábamos por temor a romperlos”; “Acondicionamos un rincón en desuso en el que ordenamos nuestros materiales científicos, ahora sabemos lo que tenemos, tenemos nuestro lab!”; ”Otras iniciativas similares no fueron bien recibidas porque estaban “enlatadas”, aquí nosotros podemos participar activamente, decidir qué, cómo y en qué momento hacerlo”; “Este programa fue una caja de sorpresas”; “Seño, yo puedo ser científica!”;
La edición 2017 de LCVE prevé la participación de 15 nuevas escuelas en el ámbito provincial. En este sentido, Carlos De Marziani, Secretario de Ciencia y Técnica de la UNPSJB, manifestó su satisfacción con el Programa, “los resultados de la primera edición nos motivan para continuar en 2017, expandiendo a toda la provincia estas acciones. Por ello en breve se comenzarán los relevamientos de científicos interesados en todas las sedes de la UNPSJB”.